¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
Las emociones son los cambios fisiológicos (de muchos tipos posibles) que el sistema límbico (cerebro emocional) provoca en el cuerpo para poder hacer frente en las mejores condiciones posibles a las actuaciones que se supone que vamos a tener que realizar para dar cumplimiento a las reacciones que nos generan los instintos en función de los estímulos que están recibiendo.
Las capas superiores del cerebro pueden frenar o acelerar estas emociones según sea el resultado de su aportación.
Las emociones son automáticas y nuestra única posibilidad sobre ellas es frenarlas lo antes posible cuando no nos convienen para evitar tener que arrepentirnos de nuestras acciones más adelante.
Reprimir en exceso las emociones, sin encauzarlas debidamente, provoca embotamiento y apatía. Pero dejarlas manifestar desenfrenadamente puede hacernos caer en “secuestros emocionales”. La falta de control de las emociones (inteligencia emocional) acaba provocando depresión, ansiedad, cólera desmesurada u otras diversas patologías.
EL ROL DE LAS EMOCIONES
¿Qué utilidades vitales tienen las emociones?
VISIÓN A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Aristóteles afirmaba que la pasión es imprescindible. Cada sentimiento es válido y tiene su propio significado.
Platón, sin embargo, recomendaba no caer en la esclavitud de las pasiones.
Roma y los cristianos primitivos defendían el control de las emociones, la temperantia (templanza).
INTELIGENCIA EMOCIONAL
La podemos descomponer en cinco factores:
CONTROL DE LAS EMOCIONES
“Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad; les personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad.”
Daniel Goleman