LA CAPACIDAD DE PLANIFICACIÓN

 

      La visión de las posibles consecuencias futuras de una acción actual aparece por primera vez en el homo sapiens. Es una capacidad que se ubica en los lóbulos frontales (que en la expansión definitiva del cerebro se desparraman en la frente, por encima de las cejas). Proporciona la capacidad de planificación, de elaboración de proyectos de futuras actuaciones. Pasa a ser la parte del cerebro que gobierna las interrelaciones entre todas las demás partes y el factor principal del control de los instintos y las emociones.

      Sus principales inconvenientes son que todavía es más lento que el cerebro racional y que su funcionamiento no alcanza el pleno rendimiento hasta la edad de la madurez.

LA CAPACIDAD DE PLANIFICACIÓN DE UN BUEN LÍDER EMPRESARIAL


      Mostrar interés por clarificar los pasos a seguir en la realización de un trabajo, diferenciando la secuencia de actividades de acuerdo con unas pautas o prioridades.

      Funcionar por objetivos, organizando los medios y recursos necesarios.

      Poner en práctica herramientas de planificación y programación.

      Prever una secuencia de trabajo y distribuir las actividades y recursos de acuerdo con las necesidades o prioridades previstas, estimando los esfuerzos necesarios para su ejecución.

      Conocer y dominar herramientas de planificación necesarias para la correcta elaboración de planes objetivos definidos por la Organización.

      Adelantar las distintas fases de un plan, contemplando distintas alternativas en su ejecución y asignando a cada fase los recursos necesarios para conseguir los resultados finales.

      Elaborar planes definiendo etapas, plazos y recursos a emplear y acordes con los objetivos fijados.            

      Participar desde su función en la planificación de acciones, teniendo en cuenta los factores personales y materiales.

      Desarrollar y utilizar sistemas para organizar y controlar la información.

      Prever de manera eficaz el tiempo de cada una de las tareas, siendo capaz de compaginar la urgencia con la importancia de estas, aún en situaciones de presión.

      Anticipar y evaluar los momentos clave y las barreras potenciales en las distintas etapas de un plan de acción, para centrarse en los resultados globales de la organización.

Llevar a cabo la planificación estratégica, definiendo los objetivos generales, diseñando las estrategias adecuadas a cada escenario para su implementación.

      Planificar a largo plazo teniendo en cuenta el entorno (sector y mercado), su evolución (tendencias de competidores, clientes, tecnología…), así como las capacidades y recursos disponibles.